VIDEO: Dan a conocer alcance de 13 proyectos binacionales para el saneamiento del Río Tijuana
CIUDAD DE MÉXICO.- Efraín Morales, titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informó sobre los avances del Memorando de Entendimiento para el Saneamiento del Río Tijuana, el cual contempla 13 proyectos prioritarios de infraestructura hídrica y saneamiento en la frontera entre México y Estados Unidos. La inversión estimada asciende a 693 millones de dólares.
Durante una presentación oficial, Morales explicó que las obras incluidas en el acuerdo están relacionadas con interceptores, colectores y plantas de bombeo, cuya finalidad es mejorar la recolección de descargas en zonas urbanas. Estas serán conducidas a lo largo del cauce del río para su posterior tratamiento en dos instalaciones específicas: la planta San Antonio de los Buenos, ubicada en Playas de Rosarito, y la planta de San Isidro, en San Diego, California, operada por el gobierno de Estados Unidos.
De acuerdo con el funcionario, la ejecución total de los 13 proyectos está prevista para los años 2026 y 2027. En este contexto, señaló que el Gobierno de México ya ha invertido 1,129 millones de pesos desde la firma del Acuerdo de Cooperación Ambiental Transfronteriza (ACAT) número 328, suscrito en 2022.
Morales detalló que cinco de los proyectos ya fueron concluidos. Entre ellos se encuentran la construcción de las plantas de bombeo La Sila y Los Laureles 1, así como la rehabilitación del colector Oriente y del colector internacional en su primera fase. También se concluyó la planta de tratamiento de San Antonio de los Buenos, la cual comenzó operaciones en mayo de este año.
Esta última instalación tiene capacidad para tratar 800 litros por segundo y representa un componente clave en el sistema de saneamiento del Río Tijuana. Su construcción, iniciada durante la actual administración federal, implicó una inversión de 776 millones de pesos.
Morales destacó que estas obras buscan atender la problemática del agua contaminada que fluye por el río Tijuana hacia ambos lados de la frontera, y forman parte de un esfuerzo conjunto entre México y Estados Unidos para mejorar la infraestructura ambiental en la región.