VIDEO.- Entre sombreros y banderas, la "Generación Z" lideró el reclamo de justicia; así fue la marcha en Tijuana
TIJUANA.- La Glorieta Cuauhtémoc, punto neurálgico de la zona del Río en Tijuana, fue el epicentro. El primer contingente comenzó a nutrirse poco a poco.
Lo que llamó la atención no fue solo la presencia de manifestantes de diversas edades, sino la simbología. Jóvenes portando la bandera negra de One Piece. Lejos de ser solo un ícono de la cultura pop japonesa, se ha convertido en un emblema global de la Generación Z. La bandera, que en la serie animada representa la lucha por la libertad contra un gobierno mundial opresivo, ha sido adoptada en protestas desde Asia hasta Medio Oriente, y ahora en México, como un estandarte de resistencia civil.
"Es un símbolo que representa la libertad, de la lucha contra el gobierno corrupto, a la opresión y se ha convertido en un símbolo a nivel internacional, como lo usó Nepal para derrocar al gobierno y ahora lo estoy usando para expresar mi inconformidad ante el gobierno. Yo quiero que ya se acabe el crimen, la inseguridad, quiero vivir en paz", expresó David Cano, manifestante.
La marcha creció en intensidad al avanzar hacia la glorieta de "Las Tijeras" y posteriormente tomar los carriles centrales rumbo al Palacio Municipal. El contingente, que superó las mil personas en su punto más álgido, avanzó escoltado por la Policía Municipal y Bomberos.
Entre la multitud, el sombrero tipo vaquero se multiplicó. Es el mismo estilo que utilizaba Carlos Manzo, el exalcalde de Uruapan, cuya muerte fue el catalizador de esta movilización nacional al que se sumo esta zona ubicada a más de 2,500 kilómetros de Michoacán. Para ciudadanos como Ángel Mendoza, portar el sombrero es un acto de memoria.
"México está sangrando. - Lo veo con el sombrero. - Híjole, me dolió lo del señor Manzo, una persona que estaba haciendo las cosas bien y por hacer las cosas bien y por llevar paz a su pueblo, le costó la vida. Entonces vengo a representar a él y a decirles que él no se ha muerto, que él sigue vivo y que habemos muchos que nos identificamos con él y que alzamos la voz", explicó Ángel Mendoza.
"Cuando su muerte, créeme que duré tres días sin ver noticias, porque no lo podía creer. Por él estoy aquí, por él. - ¿Por qué lo empezó a seguir? - Por justo, porque no se quedaba callado, era muy justo él, muy justo. - ¿Por qué era importante venir? - Para que sepa el gobierno que no era solo él. Él dijo una vez, algo así, algo parecido: si me matan a mi, van a despertar al tigre, que es el pueblo", señaló Agustín Cárdenas.
Al llegar a las puertas del Ayuntamiento de Tijuana, la protesta colocó un ataúd simbólico frente al recinto. Ahí, se guardó un minuto de silencio que rápidamente se transformó en un reclamo local.
Y es que, aunque la marcha tenía un origen nacional, el descontento por la infraestructura y la gobernanza local en Baja California se hizo presente.
"Queremos un cambio para Baja California, la verdad. Un cambio, porque yo tengo hijos, tengo nietos, entonces que cuando yo me vaya quede un mejor México. Yo pienso que desde los jóvenes ya están abriendo los ojos, desde ahora que estuvo Carlos Manzo abrieron los ojos, abrió los ojos, que necesitamos un México mejor", dijo María Luisa, manifestante.
La jornada concluyó iniciada la noche. De regreso en la Glorieta Cuauhtémoc, los manifestantes encendieron las linternas de sus celulares creando una estela luminosa sobre la avenida.
Fue una movilización pacífica, sin incidentes mayores, donde la Generación Z y sus aliados, demostró que su activismo ha saltado de las redes sociales a las calles, logrando convocar a una ciudadanía que exigió despertar.