
por Kevin Villatoro
27/06/2025 17:08 / Uniradio Informa Baja California / Ciencia y tecnología / Actualizado al 27/06/2025
La guerra comercial entre Estados Unidos y China, las disrupciones en las cadenas de suministro globales y la necesidad de una producción más cercana al mercado han detonado una oportunidad sin precedentes para México. Este fenómeno se llama nearshoring, y si tienes una pequeña o mediana empresa, podrías estar frente a la ventana de crecimiento más importante de las últimas décadas.
México en el centro del nearshoring
Según Bloomberg Línea, más de 400 empresas internacionales están evaluando mover parte de su cadena de suministro a México. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público estima que este fenómeno puede atraer hasta 35 mil millones de dólares en inversión extranjera directa en los próximos dos años.
La relocalización de operaciones hacia México está impulsada por la cercanía con el mercado estadounidense, el T-MEC, la estabilidad macroeconómica relativa del país y una fuerza laboral competitiva. Pero hay un problema: solo el 13% de las PYMEs mexicanas afirma entender cómo aprovechar esta oportunidad, según un estudio de AMEXCAP.
Qué es el nearshoring y cómo te afecta
El nearshoring consiste en mover procesos de manufactura, ensamblaje, soporte técnico o servicios desde países lejanos (como China o India) a naciones cercanas al consumidor final. En este caso, México se ha convertido en la alternativa estratégica más atractiva para las empresas que buscan abastecer al mercado estadounidense de forma más ágil, rentable y segura.
Aunque se habla mucho de plantas gigantes y multinacionales, el verdadero motor operativo del nearshoring serán los cientos de proveedores, talleres, servicios logísticos y empresas locales que se conecten a esta nueva red de valor.
Sectores con oportunidad para PYMEs
Las PYMEs mexicanas pueden insertarse en el nearshoring ofreciendo productos o servicios complementarios a grandes corporativos. Los sectores con mayor proyección son:
• Automotriz y autopartes
• Tecnología y servicios de software
• Alimentos y agroindustria (especialmente productos de exportación)
• Logística, almacenaje y transporte
• Construcción ligera e infraestructura para parques industriales
Cada uno de estos sectores requiere proveeduría local, soporte técnico, servicios legales, empaques, mantenimiento, recursos humanos, limpieza industrial, entre muchos otros. Ahí es donde entran las PYMEs con visión estratégica.
Qué necesita una PYME para integrarse al nearshoring
Para competir como proveedor o aliado en este entorno, una empresa debe dar ciertos pasos clave:
1. Formalización legal y fiscal. Las grandes empresas no trabajan con informales. Tener papeles en orden, régimen fiscal correcto y facturación electrónica es indispensable.
2. Certificación y calidad. Muchos compradores requieren estándares como ISO 9001, NOM o FDA, dependiendo del sector. Invertir en procesos de certificación abre puertas de inmediato.
3. Profesionalización operativa. El uso de ERP, control de inventarios, gestión de procesos y medición de tiempos son señales claras de madurez empresarial ante un posible cliente internacional.
4. Visibilidad. Participar en ferias industriales, inscribirse en cámaras de comercio, formar parte de clústeres regionales e incluso tener un sitio web profesional en inglés puede marcar la diferencia.
5. Adaptación comercial. Tener propuestas de valor claras, catálogos, precios y cotizaciones bien estructuradas en inglés es vital para negociar con empresas de Estados Unidos o Canadá.
Caso real: de PYME local a proveedor internacional
Una empresa familiar en Querétaro, dedicada a fabricar empaques para productos lácteos, decidió invertir en materiales de grado exportación y certificarse en procesos de calidad. Con apoyo de una incubadora local, adaptó sus cotizaciones al inglés y asistió a ferias regionales. En menos de 14 meses, firmó contratos con dos maquiladoras que exportan componentes electrónicos a Texas. El crecimiento de ingresos fue del 80% en un solo año.
Conclusión
El nearshoring no es una tendencia de moda ni una promesa lejana: ya está ocurriendo. México está captando inversiones históricas, pero solo las PYMEs que se profesionalicen, se formalicen y levanten la mano podrán integrarse a estas nuevas cadenas de valor.
No se trata de ser grande, sino de estar listo. La oportunidad está aquí, y quien no la aproveche podría quedar fuera del nuevo mapa económico de Norteamérica.