Advierte del desafío del Tratado de Aguas de 1944 desde la frontera más seca
BAJA CALIFORNIA.- El contexto actual del Tratado de Aguas de 1944 ha generado nuevas tensiones entre México y Estados Unidos, particularmente por las recientes demandas de cumplimiento inmediato en la entrega de volúmenes de agua. La región fronteriza se ha convertido nuevamente en el centro del debate, principalmente por su vulnerabilidad ante la escasez hídrica y los retos ambientales que enfrenta.
La Dra. Leticia Ramírez Rubio, Coordinadora Académica de la Licenciatura en Negocios Internacionales en CETYS Universidad Campus Mexicali, explicó que la presión ejercida por el gobierno estadounidense para acelerar la entrega de recursos hídricos no solo responde a intereses políticos, sino también a inquietudes económicas vinculadas a sectores productivos. Sin embargo, señaló que esta postura debe analizarse con cautela y desde una perspectiva técnica que considere las condiciones actuales de sequía.
La Experta CETYS destacó que el propio Tratado contempla excepciones en periodos de escasez extraordinaria, lo que permite realizar compensaciones en ciclos posteriores. En este sentido, insistió en que el diálogo binacional debe tener como base la corresponsabilidad y el respeto a los lineamientos establecidos hace más de ocho décadas. En palabras de la académica: "Las amenazas comerciales no resolverán la falta de agua; lo que necesitamos es cooperación binacional sustentada en ciencia y corresponsabilidad."
Asimismo, la Dra. Ramírez Rubio enfatizó que el reto actual no puede abordarse únicamente desde la óptica diplomática, ya que la disponibilidad real de agua en la región se ve afectada por factores climáticos y ambientales. Señaló que es indispensable fortalecer estrategias de adaptación, implementar mediciones transparentes y priorizar modelos de gestión compartida que permitan garantizar seguridad hídrica.
Finalmente, subrayó que el futuro del Tratado dependerá de la capacidad de ambas naciones para mantener un diálogo constructivo y orientado a soluciones. Mencionó que actuar de manera conjunta permitirá cumplir con los compromisos internacionales sin comprometer el bienestar social, económico y ambiental. El llamado, aseguró, es asumir que el agua no reconoce fronteras y exige decisiones responsables.