19/06/2025 09:50 / Uniradio Informa Baja California / Sociedad / Actualizado al 13/06/2025
TIJUANA.- El Día del Padre es una fecha de recuerdos y emociones, pero también un llamado urgente a mirar de frente la realidad de nuestros adultos mayores. Durante décadas, fueron el pilar emocional, económico y cultural de muchas familias. Hoy, cuando más nos necesitan, enfrentan con frecuencia el olvido, la incomodidad e incluso la negligencia involuntaria.
El bienestar de una persona mayor no puede depender únicamente de buenas intenciones. Requiere acción, inversión y un compromiso informado.
"Mi papá usaba una silla vieja. Se le marcaban las piernas y no dormía bien. Hasta que entendimos lo importante que era un cojín ortopédico. Fue un cambio de vida", cuenta Maritza Paniagua.
Pequeñas acciones que transforman vidas:
- Una silla de ruedas ergonómica
- Cojines antiescaras para prevenir dolores y úlceras
- Tensiómetros para monitorear la presión a diario
- Andaderas con asiento para recuperar movilidad y autoestima
"Mi madre tenía miedo de salir. Con la andadera con freno volvió a ir al mercado. Eso le devolvió la alegría", relata Leobardo Fernández.
Invertir en su comodidad no es un gasto: es una inversión en salud, autonomía y calidad de vida. Las familias que lo entienden logran una vejez más feliz, con menos visitas al hospital y vínculos más sólidos.
Es urgente normalizar la conversación sobre el envejecimiento. Hablar de cuidados, de derechos, de prevención. Y también de las necesidades de quienes cuidan.
Porque envejecer con dignidad no es un privilegio. Es un derecho.