por Yesenia Cambray
18/07/2025 17:51 / Uniradio Informa Baja California / Sociedad / Actualizado al 18/07/2025
En una sociedad cada vez más acelerada y saturada de estímulos, la atención plena se presenta como una herramienta simple y efectiva para reducir el estrés, mejorar el enfoque y reconectar con uno mismo.
Tijuana.- En un mundo saturado de notificaciones, tareas pendientes y distracciones constantes, la mente suele sentirse abrumada y cansada. Frente a este ruido mental y agotamiento emocional, cada vez más personas encuentran en la atención plena una herramienta eficaz para recuperar la tranquilidad y mejorar su concentración.
La atención plena, también conocida como mindfulness, es la capacidad de estar completamente presente en el aquí y ahora, observando lo que ocurre, sin distracción ni juicio. No se trata de "vaciar la mente" o dejar de pensar, sino de desarrollar una actitud de observación consciente frente a los pensamientos, emociones y sensaciones, tal como vienen y van.
Practicar atención plena es más fácil de lo que parece y puede integrarse fácilmente en la rutina diaria. Por ejemplo, dedicar unos minutos al día a respirar con conciencia, prestando atención a cada inhalación y exhalación, y regresando suavemente a la respiración cada vez que la mente se distraiga. También se puede aplicar durante las comidas, al evitar comer apresuradamente o distraído con el celular, y en su lugar enfocarse en el sabor, la textura y el aroma de cada bocado.
Además, es útil hacer pausas intencionales a lo largo del día para detenerse un momento y observar cómo se siente el cuerpo y las emociones en ese instante.
Estudios han demostrado que el mindfulness ayuda a reducir la ansiedad, mejora la concentración, favorece el sueño y fortalece la inteligencia emocional. Incluso algunos hospitales y escuelas ya lo han incorporado como parte de programas de salud mental.
Quienes practican la atención plena de forma constante suelen sentirse más tranquilos, menos reactivos al estrés y más conectados con sus actividades diarias. En un mundo donde todo parece urgente y nunca se detiene, aprender a estar verdaderamente presente se vuelve fundamental para cuidar la salud mental. Basta con dedicar solo cinco minutos al día a esta práctica para empezar a notar cambios significativos en el bienestar personal.