30/07/2025 15:28 / Uniradio Informa Baja California / Negocios / Actualizado al 30/07/2025
El comportamiento del consumidor en México ha cambiado radicalmente en los últimos años. Con el crecimiento del comercio electrónico, la expansión de las fintech y la digitalización de los servicios financieros, cada vez más personas optan por medios electrónicos para realizar sus pagos.
Aunque el efectivo sigue teniendo un papel importante, sobre todo en zonas rurales o en transacciones menores, el uso de herramientas como la tarjeta de crédito ha ganado terreno entre quienes buscan comodidad, seguridad y control financiero.
Este cambio no es solo tecnológico, es cultural. Para muchas personas, pasar del efectivo a lo digital implica modificar hábitos de años. Sin embargo, las nuevas generaciones, las empresas y hasta los pequeños comercios están impulsando esta transformación con rapidez.
La pandemia también jugó un papel importante al acelerar la adopción de pagos sin contacto y plataformas digitales para evitar el intercambio físico de dinero.
El consumidor moderno ya no se limita a cargar billetes en la cartera. Hoy lleva su banco en el celular, administra su presupuesto desde una app y elige el método de pago que le brinde más beneficios, protección y trazabilidad. Y en ese panorama, las tarjetas, especialmente las de crédito, ocupan un lugar estratégico.
Por qué los pagos digitales están ganando terreno frente al efectivo
La preferencia por pagos digitales obedece a una serie de ventajas que, en el día a día, marcan la diferencia. Ya no se trata solo de pagar; se trata de tener una mejor experiencia de consumo.
Entre los principales motivos por los que cada vez más personas optan por pagos digitales están:
Seguridad: Menos exposición a robos y pérdida de dinero físico.
Comodidad: Evitas cargar efectivo, hacer cambio o acudir a cajeros.
Control: Registro automático de tus gastos, ideal para presupuestar.
Promociones: Acceso a descuentos, cashback o meses sin intereses.
Además, muchos comercios pequeños han comenzado a aceptar pagos con tarjeta o con apps gracias a la llegada de terminales móviles y soluciones más accesibles, lo que ha reducido la dependencia del efectivo en entornos locales.
El papel de la tarjeta de crédito en la evolución del consumo
La tarjeta de crédito no solo es un medio de pago, es también una herramienta financiera. Permite diferir gastos, acumular recompensas, acceder a promociones exclusivas y, lo más importante, construir historial crediticio. Para quienes usan este instrumento de forma responsable, representa una ventaja clara frente al efectivo.
En el contexto actual, su uso ha evolucionado. Hoy las tarjetas ofrecen:
- Pagos sin contacto (contactless) para mayor rapidez.
- Integración con wallets digitales como Apple Pay o Google Pay.
- Gestión desde apps que permiten activar o bloquear la tarjeta en segundos.
Estos factores, sumados a programas de recompensas y asistencia en compras o viajes, han hecho que cada vez más mexicanos consideren la tarjeta de crédito como su opción principal, incluso para gastos cotidianos como el supermercado, gasolina o servicios.
¿El efectivo sigue siendo necesario?
A pesar del crecimiento de los pagos digitales, el efectivo sigue siendo necesario en ciertos entornos. Mercados, pequeños negocios informales, transporte público y comunidades rurales todavía dependen en gran medida del dinero físico. Además, para muchas personas sigue siendo una forma de controlar sus gastos o evitar endeudarse.
No obstante, la tendencia es clara: el uso del efectivo está disminuyendo, y la digitalización del consumo avanza a pasos firmes. Hoy, tener una tarjeta o una cuenta digital ya no es un lujo, sino una necesidad para integrarse plenamente a la economía formal y acceder a servicios más eficientes.
México ante un nuevo modelo de consumo
El país se encuentra en un punto de transición. Las grandes ciudades avanzan hacia una economía más digitalizada, mientras que regiones menos bancarizadas comienzan a adoptar soluciones híbridas. Para el consumidor, esto significa más opciones y una necesidad creciente de educación financiera para saber qué medio de pago le conviene más en cada situación.
El efectivo aún tiene un rol funcional, pero la tarjeta de crédito representa un paso adelante en términos de control, beneficios y adaptabilidad. Elegir entre uno y otro ya no es una cuestión de costumbre, sino de estrategia.
