
por Kevin Villatoro
04/07/2025 15:40 / Uniradio Informa Baja California / Columnas / Actualizado al 04/07/2025
El consumidor mexicano ya no es el mismo. Ni sus prioridades ni sus hábitos de compra, ni la forma en que decide a quién le compra. Las PYMEs que no adapten su propuesta de valor a estas nuevas reglas están condenadas a quedar fuera del juego.
En este artículo exploramos cómo está cambiando el consumidor en México en 2025 y qué acciones concretas pueden tomar las pequeñas y medianas empresas para mantenerse relevantes.
Cambios clave en el comportamiento del consumidor
1. Mayor exigencia por el valor recibido
Después de varios años de inflación persistente, los mexicanos están tomando decisiones más racionales. Buscan calidad, durabilidad y utilidad real en lo que compran. Las compras impulsivas disminuyen y el precio deja de ser lo único que importa: lo que importa es que valga la pena.
2. Desconfianza en marcas grandes y preferencia por lo local
Según un estudio de NielsenIQ (2024), el 63% de los consumidores mexicanos prefiere marcas locales o pequeñas, siempre que ofrezcan confianza, trato personalizado o estén alineadas con valores como sostenibilidad o apoyo a la comunidad.
3. Consumo más consciente y con propósito
Los consumidores, especialmente entre 25 y 40 años, están cada vez más interesados en lo que hay detrás del producto: ¿Quién lo hace?, ¿cuál es su impacto social o ambiental?, ¿cómo trata a sus empleados?, ¿está alineado con sus valores?
4. Multicanalidad obligatoria
El consumidor ya no diferencia entre tienda física, página web, WhatsApp o redes sociales. Solo quiere comprar con facilidad. Si una PYME no tiene presencia digital funcional, pierde ventas cada semana.
5. Más información antes de decidir
Hoy, el cliente promedio revisa entre 2 y 4 fuentes antes de hacer una compra: comentarios en línea, videos, redes sociales, reseñas en Google. Si tu negocio no aparece en esa búsqueda, no existes.
¿Qué deben hacer las PYMEs?
1. Comunicar valor, no solo precio
Las promociones agresivas ya no son suficientes. Hay que demostrar por qué tu producto o servicio es mejor o diferente. Puedes hacerlo con testimonios reales, videos de procesos, materiales educativos o transparencia de origen.
2. Apostar por lo auténtico y humano
La cercanía sigue siendo una ventaja. Un buen servicio postventa, una historia de marca genuina y el contacto directo (por WhatsApp, por ejemplo) son altamente valorados.
3. Estar donde está el cliente
Tener un buen producto no basta. También debes tener una ficha de Google optimizada, vender por Instagram o WhatsApp, responder rápido y facilitar el pago. La experiencia debe ser fluida.
4. Actualizar la propuesta de valor con regularidad
Lo que funcionaba en 2021 puede estar obsoleto en 2025. Pregunta a tus clientes qué quieren, analiza qué productos se mueven más y cuáles se estancan. Evoluciona cada trimestre si es necesario.
5. Cuidar la reputación digital
Una reseña negativa no respondida o una cuenta de redes sociales abandonada puede dañar la percepción de marca. Establece procesos para solicitar opiniones, responder con empatía y corregir errores públicamente.
Ejemplos reales de adaptación
• Una tienda de ropa en Guadalajara comenzó a mostrar videos del proceso de confección de cada prenda y quién la elaboró. Esto generó una conexión emocional con el cliente, y duplicaron su tasa de recompra en seis meses.
• Una cafetería en Puebla dejó de competir por precio y rediseñó su menú alrededor del concepto "Origen y comunidad", utilizando solo proveedores locales. Aumentaron sus ventas 30% pese a tener precios más altos que la competencia.
• Un negocio de suplementos en línea agregó una sección de testimonios en video y casos de éxito reales. Esto elevó su conversión en la tienda web de 1.8% a 4.5% en tres meses.
Conclusión
El consumidor mexicano en 2025 quiere algo más que comprar: quiere confiar, conectar y justificar su compra. Las PYMEs que entiendan este cambio no solo sobrevivirán, sino que podrán destacarse frente a marcas más grandes que siguen operando con inercias pasadas.
Adaptarse no es opcional. Escuchar al cliente, innovar en cómo se le sirve y ser congruente en lo que se comunica es la ruta para crecer de forma sólida en un entorno competitivo y cambiante.